lunes, 24 de marzo de 2014

¡“GORILISMO MILITAROIDE” NAZI-FASCISTA PROCUBANO!

Definir al actual régimen es una tarea necesaria para dejar al desnudo su naturaleza social infame, su enorme capacidad destructora y su fracaso como paradigma para generar bienestar y felicidad humana. Mirar en retrospectiva lo ocurrido en los regímenes totalitarios de Alemania, Rusia, Chile o Cuba (entre otros) es suficiente para nadar contracorriente al nazi-fascismo, “socialismo real” y el “gorilismo militaroide” del otrora Cono Sur. El “castrismo cubano” se encargó de preparar un coctel explosivo ideopolítico, para envenenar, con todos los componentes anteriores, al “cerebro” del fallecido “Comandante Supremo” y del “ilegítimo” heredero actual de Miraflores.

Por eso, el drama de hoy que agobia a la Patria de Bolívar, con una “guerra inducida” de intensidad variable en varias zonas del país, con la participación activa de militares y paramilitares entrenados por el régimen cubano, para aplastar a los estudiantes y a todos los que disientan del actual desgobierno (la “cacería de brujas” ya comenzó, como ayer Hitler lo hizo contra los “judíos” o, Stalin contra opositores). La perversidad de los procedimientos utilizados son los clásicos del “terrorismo de Estado” de estos regímenes monstruosos: tiros de gracia en la cabeza de las víctimas, las torturas para arrancar confesiones, heridas en los rostros de los jóvenes, represión masiva y selectiva para infundir terror y miedo en la población civil (urbanizaciones y universidades), encarcelamiento y persecuciones a diestra y siniestra de estudiantes y disidentes; violaciones y humillaciones…y pare de contar.

Tampoco es casual el control del Estado de casi todos los medios de comunicación social del país y el uso desmedido de la propaganda y desinformaciones con clara matriz “gobbeliana”. Menos aún que, durante y después de cada perorata mediática de esa mala copia de Hitler, Stalin o Fidel en Miraflores; arrecie la brutal represión en contra de los sectores mencionados en este escrito. Todo es fríamente calculado desde la “sala situacional” de “palacio”, manejada por asesores cubanos, cuyos gastos por sus “honorarios profesionales” son pagados con los petrodólares pertenecientes a todos los venezolanos. Es decir aquí: terrorismo de Estado pro cubano y actos evidentes de corrupción se dan de la mano, para joder, a grado sumo, a los hijos de esta Patria de Bolívar.

Los contenidos de los mensajes de Maduro, Diosdado, Jaua y Ramírez; están impregnados de una mezcla de “odio de clases” y sello de “apartheid” en contra de los estudiantes, disidentes, pensadores y creadores de cultura y conocimiento; la clase media y clase alta. Diversas teorías propias del nazi-fascismo son puestas en práctica para, como dice el “ilegítimo” reiteradamente: “extirpar el mal de raíz”. En lo Económico (culparlos del caos por la dizque “guerra económica por la escasez, inflación y devaluaciones). En lo simbólico y psicológico (promover el odio, racismo y prejuicios hacia estos sectores). Con la añadidura de destruir vidas, bienes y propiedades o, apropiarse de éstas sin pagar indemnizaciones. Ellos son los “malos” (los disidentes…) y nosotros (los castro-madurista) “los buenos”. Es el formato que fue utilizado por los octogenarios dictadores cubanos, que les funcionó por 55 años y por eso Cuba está como está: esclavizada, atrasada, arruinada, con vida miserable y desesperanzada.

La tarea de todos hoy es compleja, porque la tiranía castro-madurista es la dueña absoluta del Estado y de los aparatos represivos y mediáticos. Pero ya hay un despertar colectivo del pueblo venezolano, que luce indetenible en la calle. Las banderas de la lucha por la libertad y la democracia incendiaron la pradera, a través del gran descontento popular, que se expresa en las protestas cívicas en cada rincón del país. El dilema es inexorable: ¡dictadura pro cubana o democracia!... ¡la calle nos espera!


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