domingo, 9 de marzo de 2014

¡MODELO PROCUBANO A SANGRE Y FUEGO!


Cuando un Maduro, Diosdado, Ramírez o un Jaua te hablan con excesiva frecuencia, a través de todo su poderío mediático, de “soberanía popular”, “participación popular”, “consulta popular”, “socialismo democrático” y demás aderezos retóricos de su jerga ideo-política; con seguridad están preparando o ejecutando medidas de claro perfil autoritario, provenientes del arsenal que se encuentra bajo custodia en las bóvedas del entreguismo castro-cubano, allá en la Habana. El Proyecto Venecuba, contempla sin duda entre otros, la “tarjeta electrónica de abastecimiento” o la “libreta de racionamiento cubana”, que es lo mismo. Y la Ley de Comunas recién aprobada, también está en ese mismo orden para despojar a los Gobernadores y Alcaldes, de una manera definitiva de sus competencias.

El totalitarismo de Estado en su marcha inexorable. O mejor a “sangre y fuego”, porque la resistencia en la calle, ha hecho que se vuelvan locos con esa brutal represión desatada por los “colectivos armados” y la GNB, con su carga anti-derechos humanos de personas asesinadas, torturadas, heridas, encarceladas, atropelladas y humilladas. Se despojaron de la “máscara democrática” y enseñaron su verdadero rostro de “gorilas” fascistas. El mundo entero quedó estupefacto, pero también ha expresado su solidaridad con la lucha que libra el pueblo de Venezuela por la libertad y la democracia.

El concepto de la participación ciudadana democrática, como está contemplado en la vigente Constitución Nacional, fue echado al cesto de la basura por la cúpula de poder que hoy desgobierna a Venezuela. Fue sustituido por el ejercicio autoritario del poder, con sus componentes de verticalismo e intolerancia, asociados a la formación militarista procubana “marxistoide”. La línea estratégica es librar las “batallas” que esta élite denomina de la “lucha de clases”. Por eso no es gratuita la focalización de la crueldad fascista represiva hacia las zonas de clase alta y media de las principales ciudades del país. El mensaje inocultable es el odio de clases hacia esos sectores, con la excusa de que son “apátridas” o culpables de esa fábula de la “guerra económica”, para tapar el fracaso del paradigma autocrático procubano; sí nos atenemos al caos nacional que reina en el país.

El rescate del cauce constitucional en materia de participación ciudadana en la calle y del ejercicio pleno del concepto de “soberanía popular” cobra una vigencia inusitada en los actuales momentos en que, todos los “poderes constituidos”, actúan monolíticamente en la dirección estratégica de avanzar en el paradigma del totalitarismo de Estado procubano en Venezuela. Por eso, incluso por encima de la voluntad y dudas de los partidos políticos disidentes, la “sociedad civil” y el “movimiento estudiantil” han asumido el liderazgo en la actual coyuntura. Han crecido de una manera vertiginosa en conciencia política. Se han convertido en una verdadera vanguardia del cambio por venir de emancipación de la República.

Las calles de Venezuela son hoy el escenario para el debate crítico y las movilizaciones cívicas de atención sobre los grandes problemas socioeconómicos y sociopolíticos que padece el país. Y este proceso, al parecer, luce irreversible. ¡No podrán imponer jamás ese modelo totalitario procubano fracasado! ¡Las calles de Venezuela son hoy las luces de la libertad y la democracia!

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