sábado, 8 de marzo de 2014

¡LAS CALLES…NO SE CALLAN!

Pese a la implacable y brutal represión de colectivos armados y la guardia pretoriana ordenada contra el pueblo por el pichón de dictador de Miraflores y del “capitancito” ajuro de El Furrial; no han podido callar a los “ciudadanos indignados” de las principales ciudades del país. Y que, progresivamente se extiende esa misma protesta de calle, al resto de los poblados de la ancha geografía nacional. Contrario a lo que esperaban con la aplicación de la receta represiva de la tiranía castrista, la estirpe libertaria del pueblo venezolano se ha hecho presente para mantener con valentía inusitada, la resistencia indomable que hoy observa con admiración el mundo entero.

La verdadera y protagónica participación ciudadana, distinto a los contenidos vacíos de los discursos de la élite de poder del totalitarismo de Estado en Venezuela, echó al cesto de la basura al miedo, a las amenazas del “garrote vil” y a las ejecutorias represivas del “gorilismo militaroide” del “castro-madurismo”; para plantarse en las calles del país y gritar más allá del cielo, para que las voces de libertad retumben, cual tsunami en una oleada transformadora del actual status quo del fracaso, de la ignominia y de espalda absoluta a la historia vivida que transita el mundo de la postmodernidad.
Los testimonios sobran de cómo se “templó el acero” en las calles con ese coraje demostrado y de increíble valor indómito de los tachirenses, los merideños, los carabobeños, los caraqueños, los mirandinos, los monaguenses, los guayaneses, los sucrenses o los anzoatiguenses…sólo para nombrar algunos…ante las arremetidas fascistas gubernamentales con sabor a sangre, torturas, heridas, cárcel, atropellos y humillaciones de toda laya; que nos recuerdan en la memoria colectiva a etapas superadas de las dictaduras de Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez o, aquellas lejos de las fronteras nacionales con las otrora y siniestras dictaduras de los “gorilas” militares del Cono Sur.

Los ciudadanos de esta Patria con historia libertaria, ya dejaron a un lado la participación condicionada y tramposa de los procesos electorales a la imagen y semejanza del castro-madurismo; para ahora tomar la calle y derrotar políticamente a la hegemonía de la tiranía roja y al aberrante “apartheid” de la exclusión social y política sobre más del 80% de la población. Los nacionales quieren, sin duda, recuperar el protagonismo socio-político del ejercicio pleno de una verdadera democracia y de las banderas de libertad, que deben ondear a plenitud al compás de los nuevos vientos universales de futuro, superación, bienestar y progreso.

Ahí en la cotidianidad de las calamidades sociales como consecuencia de la pobreza incólume, los venezolanos así mismo, salen a la calle para protestar contra la escasez, la superinflación, la violencia e inseguridad escandalosa, los apagones eléctricos, los pésimos servicios públicos y el deterioro creciente de los servicios de salud y de educación, la corrupción; el caos y el desastre nacional.

“La candelita” del descontento y la indignación no la apagará señor Maduro, con la “gasolina” que usted le mandó a echar…al contrario le insufló aún más ese espíritu de cambio transformador al pueblo, cuya voluntad es pasar de la tiranía insolente liderada por usted, a la democracia plena e independiente por la cual lucharon Bolívar, Miranda, Sucre y tantos otros próceres de la historia de Venezuela. ¡Participación protagónica en la calle para ser libres y construir una nueva historia libertaria! ¡Las calles...no se callan!

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