martes, 4 de marzo de 2014

¿DIÁLOGO CON REPRESIÓN BRUTAL?

Se hace muy cuesta arriba que dos visiones polarizadas y enfrentadas sobre el modelo de Estado y sociedad que debe prevalecer en Venezuela se pongan de acuerdo. No obstante, el tsunami social de protesta nacional que se inició el 12F, con los estudiantes y mujeres a la vanguardia, ha estremecido a todo el status quo con ese grito impactante de ¡basta ya! ante la represión, el caos y desastre nacional que agobia a todos los ciudadanos. La cotidianidad se ha hecho inaguantable en el país ante de furia de la violencia e inseguridad, la escasez de alimentos y otros rubros, la irrefrenable inflación, las sucesivas devaluaciones de la moneda ante el dólar, los apagones eléctricos, la corrupción galopante, la asfixia impuesta a los medios de expresión por las acciones soterradas gubernamentales de censura y autocensura y, peor aún, por las descaradas violaciones de las libertades públicas y derechos humanos.

Así mismo como nunca antes, el bloque disidente democrático ha logrado que su voz ¡por fin! se oiga más allá de las fronteras nacionales. Y celebridades, académicos, intelectuales y personajes de prestigio planetario han expresado su solidaridad con el movimiento nacional de resistencia y contra los desmanes represivos del régimen castro-madurista. Y muchísimos gobiernos e instituciones del mundo han conminado al desgobierno de Venezuela que se siente a escuchar y solucionar las demandas de los ciudadanos nacionales que protestan en las calles del país.

Quizás por lo anterior y porque la presión popular se mantiene incólume en las principales ciudades de Venezuela, en resistencia pacífica, la élite de poder, mediante una maniobra política o más bien montando un teatro mediático, designó una supuesta “Comisión de Diálogo”, con representantes seleccionados por éste y condicionado ¡Una burla inaceptable!. Menos aún es aceptable la denominada “Agenda de Paz” por estados, porque también responde a una estrategia de desgaste y para dividir a las fuerzas disidentes. En consecuencia, la crisis se mantiene intacta e incluso como contraparte cada día se observa más ciudadanos dispuestos a asumir los sacrificios necesarios e incorporarse a la lucha de resistencia pacífica.

El Movimiento Estudiantil y el Movimiento Nacional de Resistencia han dejado claro sus exigencias, entre otras: cese inmediato de la represión y sanción para los responsables de la violación de los derechos humanos. Respeto a las libertades ciudadanas y de los derechos humanos. Libertad inmediata para los estudiantes y ciudadanos detenidos por motivos políticos. Cambio radical de rumbo en materia económica, política, institucional y social, porque el descontento de los ciudadanos tiene su raíz en las erradas políticas oficiales y fundamentalmente por el modelo autocrático castro-madurista prevalente en la Venezuela de hoy.

¡Paz sin libertad y democracia es inaceptable! ¡Cese a la represión contra los estudiantes y ciudadanos indefensos! ¡No al "diálogo" con represión brutal!

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