domingo, 18 de enero de 2015

¡DISCURSO MENTIROSO, CÍNICO Y CONTRADICTORIO!

La grave situación del país no está dejando margen para los discursos politiqueros de ocasión, porque la gente se hartó del contenido mentiroso de éstos; especialmente sí quiénes lo ejercitan son voceros del desgobierno rojito actual. Lo cual se debe subrayar además, que dicho contenido está abultado de cinismo, contradicciones, engaños, patrioterismo, violencia y amenazas represivas. De esta manera, las palabras, cuya esencia se traduce en universalidad, pluralismo de opiniones e ideas, estética y representaciones de la realidad; es utilizada por los verdugos de éstas para el odio fundamentalista ideopolítico, la discriminación social, el cinismo exacerbado, la antilógica y la manipulación para el engaño colectivo.

No es casual, entonces que, una de las primeras acciones estratégicas de los constructores del totalitarismo de Estado que impera en Venezuela, fue la controlar todos los medios de comunicación social (radio, prensa y televisión), mediante el cual (ya convertido en un monopolio mediático hoy) bombardean sistemáticamente el cerebro de los nacionales, con mensajes de contenido “comunistoide” e impregnado de odio, violencia y discriminaciones inaceptables; especialmente contra los amantes de la libertad, la democracia y del pensar crítico y plural.

Una muestra indiscutible de ese discurso engañoso, es la de Maduro, en su más reciente tour familiar por el mundo, de presentar como un éxito la gira, cuando todo el mundo sabe que fue un estruendoso fracaso, porque aparte de no lograr el objetivo de “dinero fresco”; ni los rusos, ni los chinos, ni los árabes le prestaron atención especial y el bajón de los precios del petróleo ha seguido indetenible; amén de la escasez e inflación y, “pérdida de liderazgo de Venezuela a nivel internacional”. Pero, también en su contenido, no cesa en sus planteamientos reiterativos de continuar profundizando el modelo fracasado cubano y de instaurar esa especie de “apartheid, para quienes osen oponerse o criticar su “Proyecto Venecubano” suicida. Ese del precipicio sin retorno posible, cobijado bajo la égida de la represión más brutal, en competencia histórica con el otrora genocida Hitler, Mussolini o el Pinochet de Chile. Ídem con el cuento de la “Guerra económica” para trasladar culpas a otros y no asumir el rotundo fracaso del fallido modelo “castrista”, que se traduce en vida miserable, ante la posibilidad cierta de construcción de un país de progreso y postmoderno.

Por eso, también la palabra poética de Neruda, llegó a destrozar con fuertes críticas sarcásticas a sus “camaradas comunistas”: “vivan los piojos de las poblaciones miserables, viva la fosa común gratuita, viva el anarcocapitalismo, viva Rilke, viva André Gide con su corydoncito, viva cualquier misticismo…(…)Todos pueden publicarse menos los comunistas…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario