lunes, 27 de junio de 2011

ENTRE RUMORES Y VERDADES

La ola de rumores en relación a la situación de salud del Presidente Chávez sacude al país nacional desde hace varias semanas. Y las expresiones van desde la preocupación sentida por una mayoría de sus partidarios, el desconcierto producido en sectores políticos que lo adversan, hasta los chistes; algunos por supuesto muy subidos de tono, ante las serias consecuencias políticas que podría tener, una “ausencia prolongada” en el cargo del mandamás de Miraflores.

Al contrario de lo que afirman algunos, la salida de Chávez hacia Cuba –comparto la tesis- fue muy bien planificada con participación del cogollo político-militar venezolano y con la anuencia –obviamente- de la élite del gobierno cubano. La idea era evitar el acceso a informaciones de la parte médica, que generase elementos supuestamente “explotables políticamente” por los adversarios y la prensa nacional e internacional, a propósito de las venideras elecciones presidenciales. Pero, sin duda, la cuestión se les ha ido de las manos, a tal punto de que ya nadie sabe a ciencia cierta cuáles son los males del caudillo: ¿Absceso pélvico? ¿Furúnculo o quiste? ¿Cáncer en la próstata? ¿Problema en la rodilla? ¿Todas juntas?; y pare usted de contar.

Sí el problema de salud es de menor dimensión, a corto plazo, tendríamos al líder de Barinas asumiendo con más fuerza política-emotiva, las riendas del coroto del “Palacio Blanco”. Sería un acto como prevén varios oficialistas de dimensiones gigantescas, es decir la billetera de los petrodólares de PDVSA (corrijo, de todos los venezolanos) no tendría miramiento alguno en costear los gastos que tenga que costear, para darle solemnidad e impacto a la ocasión de neto corte “electoralista”.
Ni el Poder Electoral, ni el Poder Moral tendrían “velas en este entierro”, por aquello de la incondicionalidad a los dictámenes del autócrata. Se retomaría así aquella vieja consigna roja-rojita de “Vamos con Todo”; y ello incluye – sin vergüenza alguna- las acciones del derroche y la corrupción con los recursos del Tesoro Público Nacional.

Si el problema de salud es muy serio y profuso, la cuestión, entonces tendría otras connotaciones, porque el mandato constitucional exige suplir las “ausencias prolongadas” en la Jefatura del Estado. Por eso, por si acaso, los movimientos de las piezas del ajedrez político comienzan a desplazarse, por parte de “tirios y troyanos”, porque –nada más y nada menos- estaría en juego el codiciado trono del “Rey”.

Lo cierto es que, mientras se desarrolla intensamente este juego político subterráneo, el país de “carne y hueso” continúa acosado por los graves problemas sociales, económicos e institucionales que lo asfixian y hasta lo queman, como las llamas intensas del propio infierno. ¡Salir de las manos tramposas Luciferinas “rojitas” forman parte de los retos y desafíos del ahora, para poder construir un futuro esperanzador y de bienestar posible!

No hay comentarios:

Publicar un comentario